lunes, 26 de diciembre de 2011

Quid obscurum, quid divinum.

Los danzarines oscuros y los del viento han despertado.
Los sellos se rompen.
Los guardianes dudan, Morrigan empieza a atraerlos.
El crepúsculo encarnado amplia el silencio y las sombras.
El viento helado pasa por las atalayas del norte, sur, este y del oeste.
El durmiente está despertando un momento en el pasado, fugaz en el pensamiento.
La noche brilla con furor.
La música resuena en las almas.
La letra de los inmortales, roídas por gusanos.
Los Claros de los bosques, El crepúsculo, la niebla.

Adramelek.

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