lunes, 14 de septiembre de 2009

1984




La guerra es la paz.
La libertad es la esclavitud.
La ignorancia es la fuerza.

1984. George Orwell.

Tanto la sociedad que relata Orwell en 1984 como la sociedad relatada en Un mundo feliz, tienen un denominador común con la nuestra, el inmovilismo. Las tres persiguen un mismo fin común, cambiarlo todo, para que todo siga igual.
Sobre todo, en la obra de Orwell me llamo mucho la atención la expresión Doblepensar.
En nuestro mundo real existe hambre y guerra, pero, ya lo sabemos, pero no queremos saber lo que sabemos. Lo sabemos, pero nos negamos a asumir las consecuencias, por tal de poder continuar viviendo como si no lo supiéramos. Doblepensar.


La propiedad. La libertad es la esclavitud.

Muchos pueden llegar a pensar que el sentido de la propiedad es algo natural en el ser humano, cuando de hecho no es así. Solo hace falta contemplar sociedades primitivas y darse cuenta cuando surge el sentido de la propiedad, surge por la necesidad, no como algo natural. Explicare algunos ejemplos. La sociedad en Hawai antes de llegar los europeos no tenían sentido de la propiedad, esto se debe a que no la necesitaban, el medio natural les preveía de todo lo necesario para alimentarse, no necesitaban la agricultura. Esta falta de concepto afectaba a esta sociedad en todo. Al casarse una pareja no existía el concepto de infidelidad, puesto tu pareja no te pertenecía. En Europa las cosas fueron muy diferentes, la agricultora se abrió paso, la caza no podía alimentar a toda la población. La agricultura exige trabajo duro, labrar, siembra, recolección, etc.
Además tiene la ventaja de que el alimento se puede almacenar, y por lo tanto, digamos, substraer. Surge la necesidad de defender tu trabajo, y surge hay la propiedad.
En una sociedad cazadores no surgían estos inconvenientes, puesto que, se cazaba colectivamente y la caza se repartía.
Pero aquí esta la cuestión, para que la propiedad siga teniendo sentido, es necesario que la gente siga pasando hambre, porque la propiedad surge de una necesidad, si la necesidad desaparece, ella deja de tener sentido.


Capitalismo. La guerra es la paz.

El Capitalismo tiene dos sistemas incompatibles con el mundo real, el primero se basa en que el capitalismo necesita un crecimiento constante, si el mundo y sus recursos fueran infinitos no habría problema, pero no es así. El segundo es la superproducción siempre se acaban produciendo muchos recursos que nadie puede comprar, esto es debido a la exclusión de parte la sociedad en el paro para producir mas competitividad. Para suplir este problema se crea el mega consumismo para que otros compren lo que no necesitan y suplir a los excluidos. Otra solución es vender sus recursos a estados en guerra ricos en recursos naturales, por tanto, la guerra se convierte en un medio para vender excedentes. Se suelen producir estallidos de violencia incontrolada en este tipo de sociedad entre los excluidos, pero el individualismo inculcado hace que no tengan ninguna organización. La droga, el robo, se convierte en un medio de libertad para los excluidos. Esto permite que toda la violencia de los excluidos se vuelque contra si mismos y no contra los no excluidos como seria normal. Esta guerra constante permite la paz.

Educación .La ignorancia es la fuerza.

En mi bendito país el 60 % de los universitarios no tiene trabajo para el nivel de sus estudios. Da igual el esfuerzo que hallas hecho, no tendrás trabajo estudies o no. Hay como una especie de sistema de formación profesional para evitar que pase esto, pero, a mí me huele a querer condicionar Alfas, Betas, Deltas, etc.
Es absurdo hablar de meritocracia en una sociedad donde el enchufismo es un arte nacional.
Como se puede hablar de fracaso escolar cuando a los chavales solo les interesa ganar dinero, no es un problema de la juventud los jóvenes se adaptan. Es un problema de sistema, saben que si se crean demasiados Alfas y no hay puestos para ellos habrá problemas, por lo tanto hay que convertiros en Omegas.
En Alemania el 100% de los alumnos aprueban secundaria, en España solo un 63% con esto esta todo dicho.



El Abogado adramelek

1 comentario:

Anónimo dijo...

Vas directo y sin fisura. Con dos cojones. Un artículo perfecto y enorme, y muy bien explicado todo. Quizá deberíamos volver a lo de antes, y no tanto a cargarnos a la humanidad. Pero, cierto es, sin estas sociedades tan malotas no tendríamos de qué hablar. Imposible es que todo vuelva a su cauce natural porque el ser humano, entre otras cosas, parece que la boca se la haya hecho un fraile. Saludos!